A medida que los niños crecen se hacen más inquisitivos, más preguntones. Hacen preguntas que es un placer o muy sencillo contestarlas, como por ejemplo, ¿Por qué existe el dia y la noche? ¿Por qué el cielo es azul? ¿Por qué llueve) y así por el estilo. He notado que hay padres muy concienzudos que para responder una pregunta se esfuerzan por responder a sus hijos de una manera sencilla e interesante, que los llevan a lugares donde los niños pueden despejar algunas dudas (como el
Museo Tin-Marin), o leen con ellos un libro sobre el tema.
Lo difícil, es cuando los niños hacen preguntas difíciles o incomodas, ¿Cómo nacen los niños? o ¿Cómo salen los niños de la panza de la mama? O también, ¿Quién es santa claus? ¿Por qué nunca lo vemos cuando trae los regalos?, etc, etc. Puedo entender que un padre prefiera ocultarle la verdad a su hijo y le diga cosas como “los niños los trae la cigüeña de Paris” o que le diga “los niños salen por la boca de la mama o “por un hoyito que tiene en el estomago” y que también digan que un viejo barbudo vestido de rojo trae los regalos en un trineo con renos que pueden volar. Y lo entiendo porque creo que algunos papas les dicen esos cuentos, porque creen que decirles la verdad puede dañar a su hijo o hija, a su inocencia. Pero, digo que lo entiendo, mas no lo comparto, porque pienso que decirle la verdad a un niño es lo mejor, claro diciéndole las cosas de una manera que pueda entender e irle dando poco a poco mas detalles a medida que va madurando. Eso de inventar no me parece bueno y creo que puede socavar la confianza que un niño tiene en sus padres, cuando por si mismo o por terceros descubre la verdad. Pero, bueno, no soy padre aun, así que esa es solo mi opinión, no una guía sobre como contar cosas a los hijos. Creo firmemente, eso si, que cada papá o mamá tiene el derecho a decidir como, cuando y de que forma le va a explicar a su hijo o hija como son las cosas de la vida y como va a responder cuando salgan esas preguntas digamos “incomodas”.
Lo que no puedo entender y me parece incomprensible es por que en un país, el ejercito, empezando con su comandante general, que es el presidente hasta el ministro de defensa, se auto-nombren “papás” y crean saber y tomen la decisión de cómo (NO) contestar las preguntas “incomodas” sobre hechos ya pasados. Pero esa fue la sensación que sentí cuando leí la entrevista que la revista Enfoques de La Prensa Gráfica le hizo al ministro de defensa de El Salvador, general Otto Romero. La entrevista completa se encuentra en este
enlace.

De la entrevista, creo entender que el “general-papá” cree que usted y yo, salvadoreños adultos, somos niños, sus hijitos. Y el cree que cuando usted y yo nos hacemos preguntas sobre lo que sucedió durante la guerra, el “general-papá” cree que usted y yo no estamos listos para saber esas cosas. El cree que usted y yo lo que debemos de hacer es dejar de hacer esas preguntas, porque saber las respuestas nos puede ser dañino a nosotros.
Note los siguientes comentarios (GOR = general Otto Romero.)
Reportero: ¿No sería más fácil llegar a la verdad si se abren los archivos que tienen ustedes?
GOR: ¿Está preparada la sociedad para que le cuenten toda la verdad?
Reportero: Creo que desde la firma de los Acuerdos de Paz.
GOR: El compromiso desde el año 1992 era cerrar la guerra, no cerrarla a medias.
La pregunta del general es retorica. El cree que la sociedad salvadoreña (o mundial) no esta preparada, pero cuando el reportero le dice que el cree que si, que desde los acuerdos de paz, los salvadoreños debemos saber que hay en esos archivos, el “general-papá” dice que NO, que la guerra se termino y que abrir los archivos es dejar abierta la guerra.
Perdón, sr. Romero, pero quiero decirlo algo a estas alturas. Usted podrá ser el ministro y comer bien rico a costa mía y de todos los contribuyentes. El Sr. Saca podrá ser su jefe y estar de acuerdo con su postura. Pero, ni ustedes son mis papas, ni pueden ustedes decidir que debo saber y que no. Se que tienen el poder para esconder lo que quieran en esos archivos, pero no tienen el derecho de hacernos creer que no estamos listos para saber lo que hay en esos archivos. Ustedes sabrán porque quieren ocultar esa información, pero déjenme decirles que cualquiera que paga impuestos tiene el derecho de saber que hicieron en el pasado y que hacen ustedes hoy.
Lo más ridículo de todo es que el estado de negación del sr. Romero es tal, que dice lo siguiente:
Reportero: Le repito: ¿No sería más fácil despejar dudas si se abren los archivos?
GOR: La Fuerza Armada no tiene responsabilidad en el caso de Monseñor Romero.
Reportero: En los archivos de la CIA y del Departamento de Estado se siembran dudas sobre elementos del Ejército y su supuesta vinculación con los escuadrones de la muerte. ¿Sabe de elementos del Ejército vinculados con los escuadrones de la muerte?
GOR: No fue una práctica de la Fuerza Armada tener escuadrones de la muerte.
Reportero: Yo me refiero a elementos dentro de la Fuerza Armada relacionados con estos grupos.
GOR: Si alguien perteneció a un escuadrón de la muerte, no fue bajo la sombrilla de la Fuerza Armada. La guerra política crea propaganda y contrapropaganda. Para la gente muy joven, que no respiró el ambiente, le es difícil dejar de creer algo que se ha repetido y que ya lo convirtieron en verdad.
Reportero:Por eso le pregunto. Tengo dudas.
GOR: La Fuerza Armada nunca tuvo escuadrones de la muerte.
Así que desde 1970 hasta 1990 hubieron asesinados, nunca se investigo acerca de ellos, nunca una corte u organismo nacional que dictaminara quien tuvo o quien no tuvo la culpa, pero el general Romero (como un papá hablando de renos voladores) nos dice que la fuerza armada nunca mato ni tuvo escuadrones. Que nunca tuvo nada que ver en el asesinato del arzobispo. Y lo dice con la seguridad del que ha investigado y leído lo que aparece en los archivos. Pobrecito el “general papa”. El cree que algunos somos inocentes que le vamos a creer y que otros somos solo estamos haciendo preguntas por que la propaganda de la guerra política nos esta haciendo pensar así. El típico razonamiento paternal de que cuando el hijo pregunta o hace algo es por que los “compañeritos” le han metido cosas en la cabeza.
Por otra parte, dígame sr general, Si la guerra ya se termino ¿cual esa guerra política de propaganda de la que habla?, ¿quienes son los enemigos de usted en esa guerra? ¿Somos los que queremos saber y queremos que esos archivos sean públicos? ¿O son los comunistas come-niños los enemigos?
Pero también, lo que hace incongruente la posición del sr. Ministro, es que aunque el no esta dispuesto a abrir los archivos, se queja que hayan rumores, el dice:
Reportero: ¿Hubo gente de la Fuerza Armada involucrada en el asesinato de Monseñor Romero?
GOR: No creo, lo que sí creo es que a la gente le gusta que le cuenten historias y convierte rumores en realidad.
Es tal la incompetencia del ministro que el no da acceso a la información, pero si alguien mas cuenta lo que paso desde su perspectiva, la califica de “historia” y de “rumor convertido en realidad”. ¿Qué le parece si lo dicho por otros se verifica en lo esta allí, en los archivos que no quiere enseñar?
Por supuesto, el problema no es simplemente la decisión de un ministro militar. El problema es que ni la asamblea ni el presidente han querido o quieren dar acceso a esta información. El presidente Saca hasta se ha atrevido a decir una razón retorcida del porque no expide una ley de información, el ha dicho que es porque la mejor ley de libertad de acceso a la información es la que no existe. En otras palabras, es mejor que no haya una ley que regule el acceso, pero en la practica, lo único que esto causa son declaraciones como la del ministro: “No damos acceso porque la guerra no se cerro a medias”. Punto. Le guste a quien le guste.
Mientras tanto, somos niños que no sabemos. Sigamos creyendo en la cigüeña que trae los niños de Paris y en que santa nos trae los juguetes que el reparte el dia de navidad y que los militares no tuvieron nada que ver con los asesinatos politicos de los setentas y ochentas. Por que así nos lo dice el “general-papá” y el “presidente-papá” y por que el libro de archivos de ellos no lo pueden ver los “niños”.